Me hago unos mates con
yerba Playadito
qué ha pasado m'ijito,
te han suavizado en demasía,
te han lavado en lo
profundo pero ahí sigues nomás fielmente
como perro de paisano.
Día para ocuparse de
la higiene personal,
cargar el tanque y esperar
a que las gotas caigan
lentas sobre la piel curtida.
Qué hago en esta
ciudad, tarima de todo lo que se comprende
yo, que debería estar
en la naturaleza.
Ayer fue de un
aguacero fenomenal la tarde
todos hablaron de
granizo, mientras yo vi
por la alta ventana
cómo llovía de costado sobre las terrazas
y el pavimento.
Granizo.
Granizo es cuando cascotes helados
son arrojados desde el
más allá hacia el campo
para despertar
violentamente a la cosecha
para despabilar al
ganado que sigue sin entender
de qué va su corta
vida en los campos alambrados.
Más tarde atravesar el
parque, dios santo mío
¿qué es esto? ¿qué es
esta mentira
del tiempo y del
espacio?
qué vienen a ser estos
límites de rejas y cordones
si yo misma vi, cómo
se iba encarcelando la parcela y cómo
el cielo quedaba cada
vez más lejos de este cuadro decorativo.
Corto camino sobre el
pasto embarrado,
formas para huir del
lodazal
leí anteayer en un
libro que tampoco enseña nada.
Primero la luz
prepotente, el mundo blanquecino
y después, en seguida,
el estruendo.
Simplezas, saberes de
campo que se estiraron a esta zona.
Para no pisar los
charcos con mis zapatillas de calle
camino por el cordón
adoquinado que separa la cancha embarrada
del sendero encharcado.
Qué es esta mentira
del tiempo
yo nunca estuve en
otro lugar que no fuera bajo el cielo.
Enfilo para las casas:
hospital naval, bar río
el kiosco del Indio
que cada vez cierra más temprano
y ahí la reconozco: mi
casa de la ciudad.
Dos trapos, unas
vallas de madera sobre un pozo de gas,
un hombre desconocido
que de traje me viene a abrir la puerta
¿es que estoy entrando
en la muerte?
La lluvia otra vez
allá al costado, mi casa a oscuras.
Cuando recién llegué a vivir al centro
tocaba la pava del
mate al entrar
para ver cuánto hacía
que se habían ido.
Cuanto más fría estaba
menos tardarían en volver,
Costumbres que perdí
después de algunos años.
Yo, que debiendo estar
en la naturaleza,
bajo en ascensor hacia la calle
y
miro el cielo desplomarse
sobre un lago
artificial.
2 comentarios:
Hermoso poema, imbatible, sensible, Arce/Roble. Felicidades. Ahora me gustaria leer tus poemas de amor, porque sí, por muchas razones. :)
gracias belleza :) y sí, claro ya habrá más poemas de amor, para vos, para que leas también...
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